Presentamos el cambio real en la forma de controlar las viviendas y edificios

Hoy en día los edificios y viviendas cuentan con diferentes circuitos de luz: las persianas son eléctricas, los sistemas de climatización y ventilación se controlan a través de termostatos o centralitas, portero automático, sistema de seguridad, entre muchas otras funciones. Esto normalmente se traduce en numerosas soluciones individuales, multitud de pulsadores y diferentes aplicaciones para cada función en concreto, lo que resulta poco práctico y eficiente.

Loxone combina todas las funciones automatizadas de un edificio o vivienda en un único sistema. La iluminación funciona por presencia, la temperatura se adapta a cada momento y las persianas se colocan según necesidad. Además, la seguridad aumenta al vivir o trabajar en un edificio inteligente, ya que el sistema de seguridad actúa por sí solo e informa inmediatamente ante cualquier peligro como puede ser un incendio o un robo.

Pero el sistema Loxone va un paso más allá, todos los dispositivos controlados se comunican entre ellos, solo así un edificio puede estar realmente automatizado. Esto se traduce en aumentar el confort y conseguir un mayor ahorro económico y energético.

Por ello, se desarrolló el Estándar de pulsadores de Loxone. Un pulsador no más grande que un interruptor convencional, con 5 puntos táctiles para controlar la iluminación, las persianas y el audio. Para todas las demás funciones, una aplicación gratuita permite tener todo el control de un edificio inteligente en la palma de la mano: visualizar la energía que se está produciendo y consumiendo y gestionarla, crear diferentes ambientes de iluminación, recibir notificaciones sobre qué pasa en el edificio, controlar accesos, entre muchas otras posibilidades. Todo esto desde cualquier smartphone, ya sea Android o iPhone, tablet o PC.

Para Loxone, un edificio debe ser autónomo sin que el usuario tenga que hacer nada. Esta independencia es la diferencia principal con un sistema más simple, incidiendo en el hecho de que la tecnología se encarga de innumerables tareas manuales a diario y de la forma más eficiente. De esta manera, se tiene más tiempo y energía para lo que realmente importa.