La finca Can Mati, conocida como Can La Sellaresa y construida por Marcel·lí Calbet i Sendra, tiene su origen a finales del siglo XIX. Se construyó como casa de payés en el núcleo histórico de Viladecans, en su día una localidad agrícola que se transformó al inicio del siglo XX en un pueblo industrial.
Construcción_ El proyecto, obra del estudio Tigges Architekt, valora la construcción existente y conserva viva la historia construida. Los muros estructurales solo se han modificado puntualmente. Con la eliminación de los cielos rasos y una limpieza a fondo vuelven a lucir las vigas de madera y las bovedillas cerámicas. En la fachada principal se han redimensionado las aperturas para permitir una mejora en la iluminación natural.
La casa tenía una amplia organización bastante interesante. El centro de la casa, anteriormente un espacio muy dividido/compartimentado y oscuro, se ha convertido en un vestíbulo de triple altura cubierto de luz natural. Casi todos los dormitorios se han mantenido en el estado actual −uno se ha convertido en baño y lavadero−, iluminados por unas claraboyas. La zona de día atraviesa el cuerpo del edificio de la calle hasta el patio, uniendo tres espacios que antiguamente eran un dormitorio y dos habitaciones.
“Esta casa es un horno en verano y una nevera en invierno”, explica el hijo de la última propietaria. En este sentido, la rehabilitación energética ha conseguido un confort excepcional y un consumo energético mínimo de 31 kWh/m2a para la calefacción y 14 kWh/ m2a para la refrigeración, según el balance energético. Durante el verano 2022, uno de los más calurosos de la historia, tan solo se usó el sistema de refrigeración durante dos semanas.
El proyecto mejora el impacto ambiental del edificio, con una estrategia para minimizar la demanda energética que principalmente utiliza medidas pasivas, pero también con unas instalaciones eficientes y una instalación fotovoltaica de autoconsumo. En este sentido, ha obtenido el certificado Passivhaus EnerPHit clásico. Para mejorar el balance energético se combina con una ventilación de doble flujo con recuperador de calor Zehnder y la instalación de ventiladores de techo.
