La mala calidad del aire interior tiene graves consecuencias para la salud de las personas.

Soler & Palau ofrece soluciones que velan por la calidad del aire de los espacios interiores. La contaminación en el aire exterior ha pasado a ser el foco de atención en cuanto al debate de la sostenibilidad en nuestro planeta. Aun así, poco se habla del impacto que tiene una mala ventilación interior para los usuarios. Según alerta la OMS, al año 3,8 millones de personas mueren prematuramente por enfermedades atribuibles a la contaminación del aire interior. La calidad del aire interior depende de muchas variables, como la propia calidad del aire exterior, el diseño del sistema de ventilación y su estado de mantenimiento, el diseño del edificio, o las fuentes interiores de contaminación. Los criterios para asegurar una calidad del aire interior óptima son claros. Se basan en dos pilares imprescindibles: el RITE y el apartado HS 3 (Calidad del Aire Interior) del CTE. Ambos pretenden poner en valor los sistemas mecánicos, con tal de garantizar el flujo controlado de aire para las viviendas, y la filtración del aire de admisión en cuanto a los edificios terciarios. A excepción de los edificios industriales, la aplicación de sistemas de ventilación natural en edificios destinados a ocupación humana está muy limitado. Soler & Palau se toma el confort y la salud de las personas muy en serio. Por este motivo, nuestros sistemas de VMC promueven una calidad del aire interior óptima con el fin de evitar los problemas de salud ocasionados por una ventilación ineficiente. Los sistemas VMC de simple flujo autorregulable, como el OZEO FLAT AUTO, se basan en una ventilación permanente y automática sin importar las condiciones exteriores o la ocupación interior. Los sistemas VMC de simple flujo higrorregulable, como el OZEO FLAT H ECOWATT, permiten la modulación de los caudales de ventilación en función de la humedad relativa interior. Por último, los sistemas VMC doble flujo con recuperador de calor, como el SABIK, ofrecen una optimización tanto del consumo energético como del grado de confort interior. Es el sistema más eficiente y recomendable.