Las emisiones de CO2 en el mundo alcanzan la cifra de 36.400 millones de toneladas

El cambio climático no es un fenómeno futuro: sus impactos ya son evidentes hoy y, en muchos casos, devastadores para el medio ambiente y la sociedad. A pesar de la pandemia de la COVID-19 y de la desaceleración económica en todo el mundo, que redujo las emisiones en 2020, las emisiones volvieron a acercarse a sus valores máximos prepandémicos, llegando a alcanzar la cifra de 36.400 millones de toneladas de CO2 en 2021.

Las implicaciones del cambio climático están interconectadas y plantean riesgos medioambientales, económicos, sociales y tecnológicos. Existe una necesidad urgente de adaptar y mitigar los impactos del cambio climático y fomentar la resiliencia climática para las empresas, el medio ambiente y las comunidades.

La lana de roca contribuye a reducir las emisiones de carbono

ROCKWOOL, compañía líder fabricante de aislamiento sostenible y actor de referencia de la industria de la construcción, contribuye, con sus productos creados a base de lana de roca, a incrementar la eficiencia energética en los edificios y, en consecuencia, a reducir las emisiones de carbono.

La construcción, uno de los sectores que genera más residuos

La gestión de residuos es otra de las áreas que muchas empresas están abordando para reducir su impacto en el medio ambiente. Esta medida, sin embargo, representa un gran reto para el sector de la construcción, que en España se posiciona como la industria que más residuos genera: el 29,8% del total de residuos. Para dar respuesta a esta problemática, y dado que la lana de roca es un producto que se puede reciclar una y otra vez, ROCKWOOL ha puesto en marcha el proyecto Rockcycle, el primer servicio nacional de recogida de residuos de aislamiento en obra. Este consiste en facilitar la retirada de los productos de lana de roca ROCKWOOL y palés de las obras de construcción o demolición y garantiza la reutilización o el reciclaje del material, lo que evita que los residuos acaben en el vertedero. Rockcycle opera actualmente en 17 países, con un ritmo de implantación superior al esperado y con el objetivo para 2030 de estar presente en 30 países.