El pasado verano la familia de Adelina Uriarte, socia de la PEP, se ha mudado (por fin!) a su nueva casa pasiva. Construirla ya fue toda una experiencia y un aprendizaje, al igual que las primeras semanas como nuevos usuarios. Esta familia ha querido compartir sus primeras impresiones con nosotros:
‘Comienza nuestra vida como habitantes de una Passivhaus, algo nerviosos, con curiosidad y por supuesto, con mucha ilusión. Está haciendo un calor insoportable, así que entrar en casa resulta placentero hasta límites insospechados. Hemos superado los 40ºC, los vitorianos no saben dónde meterse; nosotros nos quedamos en casa.
La falta de experiencia puede ser un problema: no sabemos poner la ventilación mecánica en bypass. Al final la ponemos en una posición en la que solo mete aire y por las noches con la ventilación cruzada de las ventanas, se está muy bien. No hemos superado los 23ºC dentro de casa. 15 días después descubrimos que el bypass funciona solo (leer las instrucciones aunque sea en inglés suele ser muy productivo)
Ayer, hemos visto por segunda vez la chimenea del vecino encendida. Esta mañana a las 8h otra vez estábamos a 4ºC y nosotros sin enterarnos, salvo porque he vuelto a salir de casa en sandalias y casi se me congelan los pies.
La experiencia está resultando un placer, toda la familia está encantada y ahora mi hija quiere también un coche passiv!’